Para empezar, nada mejor que unas palabras de Bienvenida (Pérez): "Hay fotos que no valen lo que cuestan".

viernes, 10 de junio de 2011

Mas miedo que verguenza.


 Dejar tu vida pendiente de un anillo metálico que lleva expuesto a las inclemencias del tiempo no se sabe cuanto tiempo no llega a plantear ni siquiera una ligera e inconsciente duda sobre la seguridad de la situación. Vergüenza... bastante, sobre todo el hecho de utilizar un "rapel" para situarte en ese punto de la pared, a unos 40 o 50 metros del suelo en una via generalmente usada para calentar. Así que tras estas dos aclaraciones solo me queda pensar que soy yo el que es un poquito raro, que no rarito, y pasa más miedo por el hecho de que se le caiga cualquier cosa en esa situación, ya sea un mosquetón, un pie de gato, el móvil, una cinta, la cuerda (que ya me ha pasado) o como en esta ocasión (que no pasó) la mochila con todo el equipo fotográfico canónico. Pabernosmataou!!! Total, para decirle a James que el matrimonio no es tan fiero como el Leopintan...  

20 kilometros de Jazz.


 "Bend it" os musicos. Son de este pueblo y a pesar de tirar más para el soul que para el jazz (por eso supongo que más que del Jazz Marathon de Bruselas eran de los 20 kilometros) se llevaron el premio especial del jurado compuesto por un servidor y el artista de la cámara, don Javier Bernal Revert. Javi le da al botón, ton ton, con una soltura y una ligereza que ya quisieran muchas liebres. Eso si, cuando no tiene el aparato colgado al cuello, tira de puerta, pero no para esconderse, sino para recibir, y así le pillé el otro día, con el rimel* a medio aplicar.

 *En virtud de la sentencia 1/2011 de la sala pretenciosa del tribunal autoasegurardor, más conocido como "el grillo de petzl", procedo a la publicación de esta nota aclaratoria, aparte, para confirmar que un muy querido amigo mio, cuyas iniciales responden a JBR, en caso de ser asiduo usuario de rimel nunca se lo dejaría a medio aplicar. Asimismo, se me prohibe facilitar más detalles de su vida privada, que en todo caso me plantearian un serio problema con la estupenda moza con la que suele desayunar. 

Mis contradicciones, mi hija y yo.



 Hace tiempo que decidí no participar en eso que llaman redes sociales. Más bién mi intención era no favorecer el negocio de nadie que intente vivir de lo que hacen los demás. Además me asusta el hecho de publicar parte de la vida privada de la gente a la que aprecio minimamente, por lo menos. Y aqui estoy yo, dedicandole una entrada a mi hija. Eso si, no voy a decir quien es, tan solo que lleva algo azul. Para rematar la faena, la temática de las fotos tiene su aquel, o antiaquel.

Lunes de huevos fritos.



Un lunes festivo en Bruselas da mucho juego en Valladolid, y además engorda. El "Godfather" de mi hija, el barbas de rojo, mi primo Gelo y mi otro yo en la ciudad que me vió nacer, que son todos la misma persona, tiene una prima, Maria Eugenia, que ha heredado negocio y habilidad de su padre. Menos mal que el tio Alvaro también tiene buenos sofás en casa y animación anti-siesta, de lo contrario no hubiesemos podido econtrarnos con perros y rafas por la calle. Después de fijarme bién en alguna de estas fotos dudo de mi condición de "man". 

Domingo de roca.




 Un domingo en Hoyocasero no puede empezar bién sin una visita a La Casona. Desde que entró en vigor la ley que prohibe fumar en los bares, el ambiente a cambiado mucho. Marce, detrás de la barra, nos lo confiesa. Habla con nosotros por lo bajini, sin tener que gritar, vamos, que se corta a la hora de acercarse a nosotros. Es algo especial. Es domingo y nos hemos duchado antes de salir de casa. Incluso nos hemos puesto ropa limpia. Algo que no es muy habitual en muchos sitios de España. Ella lo sabe bién. Y se nota. No son todos, pero en cuanto un cliente le pide algo, ella sirve el trago extendiendo el brazo todo lo que puede. El humo del tabaco molestaba, pero tapaba muchas costumbres desagradables. Esta pensando encender el fuego de la chimenea incluso en julio y agosto. Para ayudarle/la nos fuimos a darle unos cerillazos a las chinitas de Navalosa.